Nace el 2 de Enero del 1963 en la ciudad de Santiago de los Caballeros.
Estudió en la Escuela de Altos de Chavón, donde realizó Estudio del Color, con el maestro internacional Pérez Céliz y Estudios Anatómicos con el Dr. en Artes Servio Frías.
Participaciones en Colectivas
Hijos de la Luz, en el Ateneo Amantes de la Luz, Santiago 1979, Pintores de Santiago, en la Galería del Sol 1980, Centro de la Cultura de Santiago 1980, Casa de Arte de Santiago 1981. Galería de Arte Melange, Colectiva de Dos: Vitico Cabrera y Kutty Reyes, Hotel Embajador Pintores Dominicanos en el 1984, Hotel Sheraton en el 1985. Casa de Teatro en el 1985; Colectiva de Diez Pintores Dominicanos en el 1986. Exposición de los últimos 50 años de la pintura dominicana en la PUCAMAIMA de Santiago, Colectiva en Galería de Ponce en Puerto Rico, Colectiva en el Quinto Aniversario de Nouveau en el 1987. Colectiva Generación de los 80´s en Enero del 2000 en el MAN Museo de Arte Moderno. Colectiva Galería Mesa Fine Art en el 2003. Colectiva FUNGLODE 2004 Casa de Campo 2004, Artistas Unidos Contra la Violencia Policía Nacional 2005. Expo Colectiva Muebles Bon 2005. Individuales
Fragmentaciones" en el 1987 Galería de Arte Arawak, "Mi Tierra"en el Museo de las Casas Reales en el 2000, "De Norte a Sur" Galería Mesa Fine Art en el 2003.
Obras en Colecciones Privadas y Museos: en Cánada, Miami, México, Puerto Rico, ocho murales expuestos en el Museo de Frankfurt Alemania, en el 1992.
Obra permanente en el Museo León, Santiago de Los Caballeros. Obra permanente en el Museo de la Bayer en Alemania 1988.
Perfil de Kutty Reyes
por Danilo de los Santos.
Tenía nueve años cuando sus ojos se clavaron en aquella nerviosa pero segura mano que concebía, con un pincel de cambiantes tonos, un fragmento del mundo en un blanco espacio que dejó de ser blanco en cuestión de minutos. Nunca había presenciado milagro semejante, él, que garabateaba sus cuadernos escolares con formas no abecedarias.
La experiencia fué tan fascinante que aquel menudo milagrero, entrado en edad y señor dominicano de incontables revelaciones, también se clavó en su infantil conciencia. Y se clavó con tanto poder que a veces sentía que era aquel venerable Yoryi Morel y no Manuel de Jesús Reyes, el hijo de Gladys la maestra, a quien el corazón traicionó sin tiempo para contemplar el derrotero que seguiría como espíritu de su espíritu. Fue cuando tuvo que asumir su propio camino bajo el manto de la bondad de sus nombres que aluden al hijo de Dios: Porque el fué llamado Manuel de Jesús, aunque el cariño familiar le otorgó el sobrenombre Kutty.
Con la temprana experiencia de la magia reveladora de la pintura en poder de un gran artista , como era Yoryi, a quien más de una vez observó pintar, Kutty Reyes terminó enredándose en la penetrable selva de gamas y trazos, de alucinaciones y visiones, de huellas, apoderamientos y transcripciones; selva de las recreaciones que requiere del corazón abierto y la disposición de un médium para que el arte ocurra como metáfora de la propia vida. En esa selva penetró inequívocamente tropezando con con todas las posibilidades aprovechables: maestros, pintores, estancias formativas y obtención de recursos frente a los cuales no apaciguaba el nervio, sino todo lo contrario. Altos de Chavón, Servio Frías, el taller de Vitico Cabrera, Pérez Célis, la parentela con Domingo Batista y más de una lectura cognoscitiva o visual colisionaron una conciencia que apenas desea otro reposo que no sea para pintar. Es una obsesión tan grande, tan maniáticamente enorme que en medio de sus labores, él le roba tiempo a los horarios para haver del gesto pictórico un acto medular de su libertad.
Asociado a labores del ambiente publicitario, la trayectoria de Kutty reyes, aún muy joven revela la señal de un ejercicio del dibujo constante, en primer lugar; porque las otras señales que son las pictóricas lo sumergen en la tradición, fluctuando entre Cézanne y Vela Zanetti, entre Lebrun y el admirado Morel, que es decir en la línea del realismo social, del expresionismo, del costumbrismo y de cierto amaneramiento postimpresionista en el paisaje, en la naturaleza muerta y en la escena vernacular. Todas estas señales se constatan en el discurso "Mi tierra", una re-vuelta a aquellos impactos de luz, del color y de sus vibraciones como volúmenes y espacios que se fijaron allá, en la época en que fué estremecido por la nerviosa pero segura mano del provocador Yoryi Morel.
kuttyreyes@hotmail.com