Biografía de José María Otto Morel
Exposiciones colectivas
1986 Colectiva artistas noveles Arte Dominicoibérico, Santo Domingo
1990 Artistas por la paz. Hostal Nicolás de Ovando, Santo Domingo. R..D.
1992 Homenaje a los Maestros. Hostal Nicolás de Ovando, Santo Domingo. R..D.
1992 Bienal nacional de artes visuales. Museo de Arte Moderno
1993 Salón de Embajadores. Aeropuerto internacional de las Américas. Santo Domingo. República Dominicana
1994 Bienal Nacional de Artes Visuales. Pintura y Fotografía
1994 XV Concurso E. León Jiménez
1995 Primera Convocatoria de Fotografía. Casa de la Cultura Hispanica. Santo Domingo, República Dominicana.
1996 OMPI. Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. Ginebra Suiza
1996 Bienal Nacional de Artes Visuales. Museo de Arte Moderno. Santo Domingo, República Dominicana.
1996 Bienal Nacional E. León Jiménez. Santiago, República Dominicana
1998 Bienal Nacional Museo de Arte Moderno. República Dominicana
1999 Arte Latino Americano Colectiva. Galería Nader.
2000 Miami, Nader Art Gallery
2002 Mundo del Arte Latino Americano. Países ACP, Galeria Nader
EXPOSICIONES IDIVIDUALES
1994 VIVENCIAL Casa de Bastidas Santo Domingo
1995 ARCO MAGICO Museo de las Casa Reales. Santo Domingo. Republica Dominicana
1995 Primer Destival de Artes Visuales. Museo de Arte Moderno. Santo Domingo Republica Dominicana.
2006 ARCO MAGICO. Funglode. Santo Domingo Republica Dominicana.
1999 Mundo del Arte Latinoamericano. Galería Nader
Juicio Crítico
Por: Odalís G. Pérez
AICA-ADCA-ECHA
Otto Morel ha buscado, como artista, en el arqueado metafórico de la subjetividad para construir su propio mundo visual y artístico. La innegable evolución de su arte se hace visible en las diferentes experiencias de creación por las cuales se dinamiza la alteridad de su arte. La presencia como pérdida, vuelo, estigma, adquiere valor en su pintura, en su cardinal estética y expresiva.
La vuelta a su identidad muestra, ejemplifica sus zonas de búsqueda, intuición y razón. Se trata de una relación oculta, de una elementarización de puntos ontológicos que narra sus recorridos figurales a partir de una ruptura, pero también, de un enlace presencial donde el hombre, el homo pictor, justifica el argumento posible de una alteridad abierta que solicita una lectura.
En su caso, el cuerpo anónimo y la región alegre del anonimato, crean el punctum, la narrativa existencial que vertebra también su propio modo de pensar la visualidad. Su policromía nacida de la problemática elegida como intuición y razón se apoya en usos infusos del color advertidos en cromías o cromemas que acentúan su espacio visual y aural.
El rostro que aparece como gesto neutro no mira en dirección alguna. El cuerpo anónimo y neutralizado aspira, sin embargo, a re-producir lo que el ojo marca y reconstruye como relato ontológico y postontológico.
En estas alteridades de Otto Morel el espectador encontrará un desafío, un reto de la negatividad como zona de presentificación y reflexión, desde la visualidad que reinterpreta lo humano como complejidad bioperceptiva. El color, la sutura corporal, el ámbito dialógico de la metarrealidad se advierten en las imágenes de centro de esta exposición individual.
Si el choque o conjunción de los colores fríos y calientes, conducen en su caso a una técnica mental y a soluciones formales, estilísticas y tematizadoras, es porque el artista asume la colorimetría no solo como procedimiento puramente químico o aplicativo, sino como arqueado fisiorgánico y fisiomental.
La impresión o expresión de una trama que seduce por sus niveles de inscripción visual produce, en su caso, una escritura reconocida por la ambigüedad poética y antropológica propia de una exploración plástica y estilístico-material apoyada en el imaginario territorial del ontos.
Los matices perfilados en el tratamiento de la materia-forma no permiten el desliz expresivo, ni el salto visual a otra zona que no sea la elegida con cuidado por el pintor. La subjetividad en el uso del color se inscribe en la alteridad misma que provoca el verde, el azul, las cromías amarillas, rojas, el color diluído o mezclado como contexto de solución/disolución en el trazado colorístico, marcado por un eje de inclusión visual tematizado como fluencia plástica en el universo pictórico sostenido, neofigural y simbólico.
La poética del cuerpo anónimo se proyecta como campo y flujo de lo visible que se “invisibiliza” y abstractiza; lo figural no reproduce, no quiere representar simplemente. El artista re-propone la figura-cuerpo, la anatomía abstracta del dibujo neofigural y abstracto de los postexpresionistas y primitivos modernos o tardomodernos, para recualificar el pacto visual y las estructuras conformativas del formatismo o la formatividad iconoplástica.
Otto Morel es un pintor dominicano nacido en la ciudad de Santo Domingo, donde se ha formado como artista visual en la Escuela Nacional de Bellas Artes (1983) y en la Escuela de Diseño de Altos de Chavón (1984). El artista ha participado en exposiciones colectivas dentro y fuera del país. Seis exposiciones individuales marcan hasta hoy su itinerario artístico en el país.
La estimación compositiva y figural de este artista se sitúa en el registro de la abstracción y la alteridad como ritmo específico de la subjetividad, siendo su base temática extendida desde un cuadraje pictórico en el cual encontramos cuerpos sigilosos, auras que proyectan visualidades, entidades mágicas, posicionalidades críticas del cuerpo, neutralizadas anatomías que generalizan un relato de la resistencia social, vidas errantes y visiones del otro que también desmaterializan el signo y el campo de lo real.
Para el artista, la silueta humana es un motivo de sujeción al contraorden establecido por la mirada, el vínculo y la mano que coloca y a la vez disloca el punto, el ángulo y el sí-mismo de la pintura-fuerza instruida por el ojo-punto del artista. Cada trazo invita al espectador a meditar y a disfrutar en cada cuadro. ¿Se podría decir, en el caso de Otto Morel, que su obra es pacto y autobiografía