Las esculturas de Bismarck Victoria se imponen visualmente en el espacio urbano, quizás porque parecen provenir, al mismo tiempo, de la libertad creadora y sensual propia del arte y de los juegos y disquisiciones inherentes a la inteligencia y a la razón.
Pocos artistas utilizan como él instrumentos provistos por la ciencia y la tecnología avanzadas para lograr fines altamente creativos y de gran presencia y plasticidad. Su escultura gana espacio y reclama atención. Bismarck Victoria hace coincidir planos y curvas en un envolvente todo que invita al espectador a acercarse y mirar con detenimiento el misterio que encierra su realización. Aspectos de la geometría minimalista y de la concepción oriental y japonesa del espacio escultórico coinciden con una visión que no olvida la riqueza y el barroquismo de los trópicos.
Estas fusiones visuales contrastan y se apropian del espacio urbano en el que están dispuestas. En los últimos tiempos Bismark Victoria ha desarrollado otras vertientes creativas que no exentan el uso de los más diversos materiales de hoy.
Fernando Ureña Rib
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