Biografía de Hilario Rodríguez
Nace en Santiago de los Caballeros, República Dominicana en 1936 y murio en el año 1987.
Es otro pintor atado a la figuración tipificadora de las costumbres, el folklore, la naturaleza y la tipología social, preferentemente la de tierra adentro, aunque su hacer pictórico ofrece otras variables temáticas. En 1954, cursando la Escuela Nacional de Bellas Artes, realiza murales en el Jardín de Infancia ¨ Leonidas Radhamés ¨, y en 1956, participa en la Octava Bienal de Artes Plásticas, presentando un ¨ Retrato ¨ (óleo) de estilo académico, de Marrero Aristy.
Inicia su formación pictórica en la ciudad natal, bajo la orientación del pintor Félix Negro Disla, realizando en sus años estudiantiles algunas decoraciones en la Escuela México. Becado por la Secretaría de Estado de Educación, se traslada a Santo Domingo en 1968, para estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Fue orientado por cuatro años por Hernández Ortega, Yoryi Morel, José Gausachs y Vela Zanetti. Es a partir de la década de los 70 cuando intensifica su labor publica de artista, efectuando su primera individual en Casa de Teatro (1975), y luego en Galería Auffant (1977), Galería Nader (1981), Galería Deniel's (1982), Galería Nader(1985) y Galería Crissa, de Miami (1986). Simultáneamente su obra está presente en concursos y colectivas de importancia. En 1979 obtiene el Premio en el Concurso de España Maja Internacional, y en 1982 su obra “ La Colecta ” lo hace merecedor de un tercer premio en el Concurso Nacional de Pintura, Centenario de San Pedro de Macorís. En 1983 gana el tercer premio de pintura en el Concurso de Arte E. León Jimenes.
Su obra variada es la de un pintor de producciones simultáneas, el cual, sometido a un lenguaje figurado, lo mismo realiza una obra costumbrista, realista, de propuesta surreal o fantástica, al igual que un paisaje de corte impresionista o una imagen estampera. Sin embargo, en la ejecución se le reconoce el dominio de los medios pictóricos, resultando excelente en el manejo suelto del pastel. Su poética productiva más sobresaliente se sitúa entre el lindero de lo real y lo fantástico.